EL QUESO FETA

El queso feta es un producto tradicional griego hecho con una mezcla de leche de cabra y oveja. Tiene un sabor excepcional, un color blanco natural que no es producto de ningún proceso blanqueador, y tiene un bajo contenido en grasa.

Las cabras y las ovejas griegas no están delimitadas en espacios cerrados donde se les alimenta con piensos específicos, sino que se pasean libremente y se alimentan de los pastos que encuentran en rocas, colinas o llanuras. Los rebaños se ven obligados a recorrer grandes distancias para poder encontrar una mayor variedad de pastos. Esta movilidad es la que les permite comer variedades muy distintas de hierbas, ya que en Grecia pueden encontrarse abundantes hierbas y arbustos aromáticos.

El sabor de los alimentos que ingieren se transmite al queso que se elabora a partir de su leche, por lo que el queso feta tiene los sabores característicos del área de donde es originario.

El queso feta se almacena en contenedores de madera o aluminio para su proceso de maduración. El proceso de maduración consta de dos fases. Primero, se mantiene 15 días bajo condiciones controladas de temperatura y humedad. En segundo lugar, se almacena en refrigeradores, a temperatura controlada, durante 30 días. No está permitido el uso de conservantes en la elaboración del queso feta.

Algunos países extranjeros intentaron imitar la elaboración del queso feta pero utilizando leche de vaca. Sin embargo, para poder obtener resultados similares, se veían obligados a utilizar colorantes artificiales que blanquearan el producto. Puesto que los colorantes artificiales no podían mantenerse, el blanco iba perdiéndose y tornándose amarillo. Además, la leche de vaca tiene un alto contenido en grasa, lo que afectaba también al contenido en grasa de producto final. Y, por supuesto, no podían, bajo ninguna circunstancia, conseguir el sabor y el aroma del verdadero queso feta, obtenido gracias a las hierbas y los arbustos que crecen en las tierras griegas.

El queso feta griego se exporta a numerosos países extranjeros. El producto original tiene una bandera griega impresa en su envoltorio. El envoltorio también incluye toda la información sobre el tipo de leche utilizada y el área específica en el que fue producido.

El queso feta es un producto alimenticio griego muy especial. Los griegos lo adoran y forma parte de su dieta diaria. El queso feta se sirve con las comidas y se utiliza también en la elaboración de diversos platos. Es un elemento esencial en las ensaladas de verano, combinado con tomates, pepinos, cebollas y orégano. Los pasteles de queso, hechos con masa de cocinar y con formas diferentes, utilizan queso feta como base. El Ktipiti, una salsa hecha con pimientos rojos y feta es un aperitivo delicioso para acompañar un vaso de ouzo en los días calurosos de verano. El queso feta también se utiliza para hacer sepia o calamares rellenos.