LOS TESOROS DE VERGINA

El pequeño pueblo de Vergina, a 10 Km de Veria y a 80 Km de Salónica, es ahora uno de los yacimientos arqueológicas más importantes de Grecia y contiene algunos de los tesoros más antiguos.

Cuando los viajeros se acercan a esta región ven multitud de túmulos, a modo de pequeños montes, que no superan los 5 metros de altura. Las excavaciones han demostrado que son parte de un gran cementerio del siglo IV A.C. y cada túmulo contiene varias tumbas. 

Los hallazgos en las tumbas han sido muy importantes para los científicos. Un escrutinio detallado de los hallazgos nos ayuda a entender la cultura y la civilización que realizó los enterramientos. Nos permite entender sus tradiciones funerarias, conocer sus ropajes, sus armas, sus joyas, su pintura y escultura, además de sus influencias provenientes de otras culturas.

Lo que se ha descubierto en esta región, entre otras cosas, son las llamadas 'tumbas reales'. Las tumbas reales de Vergina se descubrieron durante las excavaciones de los grandes túmulos entre 1977 y 1978. Emmanuel Andronikos, profesor de arqueología clásica en la Universidad Aristóteles de Salónica estaba al cargo de las excavaciones.

Los objetos hallados pertenecen a dos grupos. El primer grupo se compone de 47 lápidas rotas que se encontraron en el interior del gran túmulo que cubría las tumbas reales. Estas estelas datan de la 2ª mitad del siglo IV A.C. y constituían monumentos que decoraban las tumbas de ciudadanos corrientes de Macedonia, tanto mujeres como hombres. Casi todas contienen inscripciones con nombres de los fallecidos. Se reconocen 75 nombres.

El segundo grupo de objetos se compone de dos tumbas no saqueadas que se hallan en el interior del gran túmulo. Se cree que la más grande es la tumba de Filipo II de Macedonia. La otra tumba se conoce como 'la Tumba del Príncipe' y contiene las cenizas de un hombre joven. La tumba del rey Filipo es una gran estructura con dos estancias de 5,30 metros de altura. Es la más alta y más larga de todas las tumbas conocidas en Macedonia.

Los preciados huesos del rey fallecido se encontraron envueltas en una tela púrpura y dorada. Estaban guardados en un larnax de oro, una obra de arte única con un relieve impresionante de una estrella en la tapa, la estrella macedonia de 12 puntas. El larnax se encontraba dentro de un gran sarcófago de mármol. La tumba contenía también las armas del rey, su coraza de hierro con decoraciones de oro en relieve, su yelmo, su espada y su escudo de oro y marfil. Uno de los objetos más preciosos es la guirnalda de oro que se encontraba sobre los huesos quemados del rey. Es la guirnalda más pesada e impresionante que ha sobrevivido desde la antigüedad. Está compuesta de 313 hojas y 68 bellotas.

Había un segundo enterramiento en la otra estancia de esta tumba con los huesos de una mujer, preservados en el interior de un larnax de oro en el interior de un sarcófago de mármol. Lo extraordinario de esta tumba es que a pesar de contener los huesos de una mujer también contenía multitud de armas, junto con una magnífica guirnalda de mirto y una elegante diadema de mujer. La mayor parte de estos objetos únicos son magníficos ejemplos de la escultura griega del siglo IV A.C. Los dos larnakes de oro y la gran corona de roble son uno de los mayores tesoros del arte griego jamás hallados.

La segunda tumba sin saquear, llamada 'la Tumba del Príncipe' contenía una vasija de plata con las cenizas de un varón joven de no más de 16 años de edad. El carácter único de las piezas provenientes de esta tumba y su gran calidad han llevado a los científicos a pensar que era la tumba de un miembro de la familia real.

Los hallazgos de los Grandes Túmulos de Vergina constituyen las piezas más preciadas y únicas del antiguo mundo griego. Casi todos estos objetos son verdaderas obras de arte.

El museo de Vergina que aloja los hallazgos provenientes de las tumbas es único porque se ha construido en el mismo lugar en el que se encuentran las tumbas, justo en el interior del Gran Túmulo de forma que el visitante puede adentrarse en el interior de las tumbas y verlas tal y como se conservan hoy.